Los bosques siempreverde se ubican dentro de los llamados bosques costeros templados lluviosos, y representan los más extensos remanentes de bosque inalterado. Se extienden aproximadamente desde los 37º30` hasta los 47º de latitud sur. Los bosques valdivianos se encuentran sometidos a una fuerte variación medioambiental, extendiéndose por un rango latitudinal de 9 grados, con una variación de precipitación de hasta 2.700 mm. Además presentan variedad de material de origen, como suelos metamórficos, volcánicos, ñadis o suelos con alta concentración de materia orgánica. De esta gran diversidad latitudinal, altitudinal, longitudinal y de sustratos, se desprende una gran diversidad florística y vegetacional (Donoso, et al. 1999).
Protección, amenazas y deforestación
Actualmente podemos encontrar 4.148.904 hectáreas de bosque siempreverde valdiviano (CONAF et al. 1997), de las cuales se ha perdido un 23%.
Los bosques siempreverde se encuentran protegidos en los parques nacionales Chiloé, Vicente Pérez Rosales, Hornopirén, Alerce Andino y Puyehue; en las reservas nacionales, Valdivia y Llanquihue y, finalmente, en el Monumento Natural Alerce Costero, sumando todas ellas 1.415.995 hectáreas aproximadamente (FVSA, 1999). La mayoría de estas áreas, sin embargo, pertenecen a la Cordillera de los Andes; sólo el MN Alerce Costero, la RN Valdivia y el PN Chiloé, protegen al bosque costero templado lluvioso. Actualmente, con la adquisición del predio Chaihuín-Venecia y el establecimiento de la Reserva Costera Valdiviana en ese lugar, se suman aproximadamente 60.000 hectáreas a la protección de este tipo bosque. Ello, junto a otras iniciativas privadas como el Parque Pumalin, permitirán una mejor representación de las especies siempreverdes.
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